Afrodita estaba casada con el dios-artesano Hefesto, pero tuvo varios amantes.
Helios, el sol, me descubrió con Afrodita en la cama y se lo conto a Hefesto; este fabricó una red prodigiosa, fina como una telaraña y resistente como el diamante. Días después la dejo caer sobre nosotros y nos capturo en pleno adulterio. Hefesto convocó a los dioses para que fueran testigos del adulterio, pero ellos se rieron; Hermes y Apolo comentaron que valía la pena sufrir aquel bochorno con tal de acostarse con Afrodita.
Tras cierto tiempo después quedé libre tras acceder a dar a Apolo una recompensa.
Helios, el sol, me descubrió con Afrodita en la cama y se lo conto a Hefesto; este fabricó una red prodigiosa, fina como una telaraña y resistente como el diamante. Días después la dejo caer sobre nosotros y nos capturo en pleno adulterio. Hefesto convocó a los dioses para que fueran testigos del adulterio, pero ellos se rieron; Hermes y Apolo comentaron que valía la pena sufrir aquel bochorno con tal de acostarse con Afrodita.
Tras cierto tiempo después quedé libre tras acceder a dar a Apolo una recompensa.
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